Capítulo 7: Un nuevo cadáver
Raquel y Pablo seguían corriendo para llegar hacia
aquel grito que habían oído. Mientras, la guardia civil había
llegado a la orilla del lago donde había aparecido José.
Tania y Enrique fueron los primeros en llegar junto
con los demás habitantes del pueblo.
-¿Qué son esos ruidos?-dijo Raquel parándose.
Pudo ver unas luces: algo había pasado. Los dos
decidieron volver al pueblo para saber qué había pasado. Llegaron a
la orilla y Raquel pudo ver a José al lado de sus padres.
-¡José!-dijo Raquel dándole un abrazo-, ¿dónde
estabas?
-Jugando-dijo él.
-¡Hija!-dijo Tania-, ¡creía que te había pasado
algo!
Raquel hizo un gesto de desagrado, aún no había
olvidado la escena que había visto de su madre besándose con
Andrés.
Raquel y Pablo decidieron llegar al borde de la cinta
policial para preguntar lo que había pasado.
-¿Qué ha pasado?-dijo Pablo.
-Hemos encontrado el cadáver de una joven-dijo el
guarda.
Raquel y Pablo se quedaron blancos: una nueva muerte
había sucedido. Pablo miró por todos lados hasta que Raquel le
sujetó.
-Seguro que no es Sandra-dijo Raquel.
-¿Cómo estás tan segura?-dijo Pablo-, ¡ha dicho
una joven!
-Aún no la han sacado chico-dijo el guarda-, podría
ser un chaval.
Los dos se quedaron contemplando como sacaban el
cadáver del lago tapado. El alcalde llegó para identificar el
cadáver y dijo que era del pueblo.
-¿Qué ha pasado?-dijo de pronto Sandra.
-¡Sandra!-dijo Pablo abrazándola-, ¡creíamos que
habías muerto!
-¿Yo?-dijo Sandra-, ¿por qué?
-Han encontrado un cadáver-dijo Raquel.
-No-dijo Sandra-, ¿quién es? ¡Guarda! ¡Por Díos!
Los tres vieron como trasladaban el cadáver al
coche. En ese momento retiraron la manta y se le pudo ver el rostro.
Pablo se quedo blanco, y Raquel tuvo que abrazar a
Sandra para poder aguantar las lágrimas.
Los tres estaban observando el cadáver de Ana.
Tres días después…
Raquel estaba en su habitación haciendo la cama
después de levantarse. En ese momento su padre abrió la puerta.
-Tienes visita-dijo él.
-Que pasen-dijo Raquel.
Enrique dejó pasar a Pablo y Sandra. Raquel abrió
la puerta y se aseguró de que su padre se hubiese ido. Después, se
sentó junto con Pablo y Sandra.
-¿Sabéis algo?-dijo Raquel.
-Nada-dijo Sandra-, hemos ido todos los días a la
roca nuestra y no ha dejado ni un mensaje.
-Esto es increíble-dijo Raquel-, Toni lleva tres
días desaparecido y nadie sabe nada de él.
-¿Y si está muerto?-dijo Sandra.
-¡No!-dijo Raquel-, me niego a aceptarlo. La guardia
civil habría encontrado el cadáver.
Mientras, José estaba en su habitación junto con
una pulsera negra. Una pulsera que tenía desde hace tres días…
-¿Sabéis algo de los padres de Ana?-dijo Pablo.
-Se van a mudar hoy por la tarde-dijo Raquel-, es lo
que tendríamos que hacer todos y salir de este lugar.
-¿Y dejar que la muerte de Ana quede en vano?-dijo
Sandra-, tenemos que averiguar quién la mató.
-¿Y cómo vamos a descubrirlo?-dijo Pablo.
-El túnel-dijo Sandra-, yo finalmente decidí
quedarme fuera vigilando. Oí unos ruidos muy raros, pero pensé que
serían ratas. Al rato, cuando vi luces supuse que había pasado algo
en el pueblo, así que regresé.
-Tenemos que bajar al túnel y ver si han dejado
alguna pista-dijo Raquel.
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