Capítulo 17: Los hallazgos
Ninguno de los cinco podía creer lo que estaba
viendo. Nueve cadáveres estaban enfrente de ellos, pero lo
importante era quién era uno de los cadáveres: José.
-¡No!-gritaba Raquel-, ¡José!
-¡Raquel tranquila!-dijo Pablo-, vamos ven aquí.
Nuria miró a Pablo con celos. Todos estaban muy
tristes con el hallazgo del cadáver de José.
-Mirad-dijo Toni-, aquí hay un montón de
documentos. Son de hace mucho tiempo, creo que son los reales de todo
lo que pasó.
En ese momento se oyó un fuerte golpe al cerrarse la
puerta junto con una sombra.
-¡Mierda!-gritó Toni-, ¡corred!
-¿Quién eres hijo de puta?-gritó Raquel
acercándose a la sombra.
-Raquel vámonos-dijo Pablo tirando de ella.
Los cinco corrían por la fábrica sin rumbo. Toni
encontró una trampilla. Los cinco se metieron y comenzaron a andar
por un túnel.
Tania entró en casa. Enrique estaba sentado en la
cocina.
-¿Qué pasa?-dijo Tania.
-Dímelo tú-dijo Enrique-, ¿desde cuándo?
-¿Desde cuándo qué?-dijo Tania.
-Desde cuándo estás liada con Andrés-dijo Enrique.
-¿Cómo?-dijo Tania.
-Os acabo de ver-dijo Enrique.
Tania se quedó en blanco sin decir nada.
-¿No vas a decir nada?-dijo Enrique-, ¿otra vez con
lo mismo? ¿Me vas a destrozar la vida por segunda vez?
-Enrique yo…-dijo Tania.
-¡Cállate!-dijo Enrique-, ya me pareció bastante
casualidad que estuviese viviendo en este pueblo cuando nos mudamos.
No me vas a volver a destrozar la vida, esta vez me voy yo.
Enrique se fue a la habitación, hizo la maleta y se
fue de Almoharín. Los cinco siguieron corriendo hasta que llegaron a
una trampilla. Cuando salieron se encontraron en el despacho del
alcalde.
-¿Porqué hay un túnel desde la fábrica hasta
aquí?-dijo Toni.
-¡Mierda!-dijo Nuria-, ¡el alcalde!
Los cinco se escondieron. El alcalde entró a por
unos papeles y se marchó.
-Está claro-dijo Sandra-, el alcalde es el asesino.
-No puede ser-dijo Toni-, no puede haber venido tan
rápido desde la fábrica hasta aquí. Sólo nosotros hemos ido por
el túnel.
-Pero él tiene algo que ver-dijo Nuria-, tranquilos
que esto me toca a mí mañana.
Los cinco acompañaron a Raquel a casa para darle la
mala noticia de la muerte de su hermano a su madre, pero se encontró
con la del abandono de su padre. Raquel no tuvo fuerzas.
A la mañana siguiente, Raquel se lo contó. Tania
estaba destrozada. La guardia civil fue a la fábrica pero no había
nada, ningún cadáver, ni papeles, ni nada. Tania no creyó en
Raquel y dio a José como desaparecido.
Raquel fue esa noche a la roca para pensar, pero se
encontró con que el asesino había estado ahí y se había llevado
todas las pruebas que tenían.
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