Capítulo 16: El cartero siempre llama dos veces
Todos estaban alucinados al ver que la tumba de la
madre de Pablo y Sandra estaba vacía.
-No puede ser-dijo Sandra-, esto es demasiado raro.
-Sandra-dijo Toni-, tenemos que irnos. Creo que hay
alguien por aquí.
Los cinco se volvieron hacia el pueblo mientras
alguien miraba la tumba de Nieves y la tocaba.
Los cinco decidieron quedar al día siguiente en la
roca para hablar de lo sucedido mientras Nuria veía si quien estaba
en la tumba de su madre era su verdadera madre.
A la mañana siguiente, Raquel estaba muy asustada.
Cuando fue a la habitación de su hermano para despertarle descubrió
que no estaba. Encima de su cama descubrió un pendiente igual que el
que Sandra encontró, pero esta vez el extremo tenía forma de C.
Decidió no alertar a sus padres y fue en busca de los demás.
Los cinco decidieron quedar esa noche. Por la noche,
Nuria aún no había descubierto si el cadáver que había en la
tumba de su madre era su verdadera madre. Sandra y Pablo habían
preferido no decirle nada a su padre, ya que no se fían de él.
-He encontrado esto en la habitación de mi
hermano-dijo Raquel mostrando el pendiente.
-Creo que lo tengo-dijo Nuria-, creo que este
pendiente dará a otro túnel. Tenemos que darnos prisa en
encontrarlo antes de que le pase algo malo a José.
Los cinco se pusieron camino en la búsqueda de la
roca con ese símbolo. Mientras, Tania y Andrés habían vuelto a
quedar esa noche en los alrededores de la iglesia.
-¿Qué quieres?-dijo Andrés.
-Estar contigo-dijo Tania.
-Mira Tania ahora yo no tengo tiempo de
tonterías-dijo Andrés-, tengo varias cosas que hacer.
-¿Qué cosas?-dijo Tania-, te recuerdo que estoy
embarazada de ti.
-Puede que no sea mío, sino de Enrique-dijo Andrés-,
yo prefiero no meterme.
-Pero yo sí-dijo Tania-, no es la primera vez que te
sientes así.
Los dos se fundieron en un beso, pero alguien les
estaba observando: Enrique.
-Aquí es-dijo Nuria.
Los cinco se acercaron a una roca grande que tenía
para meter la C. Al meter el pendiente la roca se abrió como pasó
con la que daba al escondite.
-Vamos-dijo Toni.
Los cinco bajaron unas escaleras y comenzaron a andar
por el túnel. Andaron durante mucho tiempo hasta que llegaron al
final.
-No hay nada-dijo Pablo.
-Esta roca se puede mover-dijo Raquel-, ayúdame
Nuria.
Las dos movieron la roca. Daba al aire libre. Los
cinco salieron y descubrieron a pocos metros de ellas la entrada a la
fábrica.
En esos momentos, el barrendero paró de barrer sacó
su móvil y dijo:
-Todo está listo-dijo-, han ido. Puedes ponerlo.
En ese momento Nuria llamó dos veces a la puerta
hasta que se abrió. Los cinco descubrieron algo increíble.
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