Capítulo 19: Los cepot
Raquel y Pablo volvieron cada uno a su casa después
de aquel beso. Todos decidieron quedar en el cementerio oculto de los
matorrales.
-¡Os tengo que contar algo!-dijo Nuria.
-¿Lo del alcalde?-dijo Toni.
-No al final no pude hacer nada-mintió Nuria-, es
sobre lo de la tumba de mi madre.
-¿Qué has descubierto?-dijo Sandra.
-Es mi madre real-dijo Nuria-, la mujer que ha estado
siempre haciéndose pasar por mi madre no era, y sé porqué se casó
con mi padre, por mí.
-¿Por ti?-dijeron los demás.
-Sí-dijo Nuria-, veréis. A mi madre nunca la vi,
siempre estaba trabajando muy lejos. A los 12 años mi padre y yo
fuimos a Finlandia a verla. No la encontrábamos. Estaba lloviendo y
ya casi era de noche, mi padre estaba muy nervioso. Creo que alguien
me golpeó sin querer sobre una mesa de cuchillos de un puesto que
cayeron sobre la dependienta. Aquella mujer era mi verdadera madre.
Supongo que se escondió para que no viese que sólo era dependienta.
Supongo que mi padre ocultó aquí el cadáver, que es donde ella
nació. Yo maté a mi madre sin querer. Mi padre dijo que con el aire
la mesa volcó, creo que era para que de mayor no me pasase nada…Mira
os lo tengo que decir. El alcalde lo sabe.
-¿Lo de que mataste sin querer a tu madre?-dijo
Pablo.
-Sí-dijo Nuria-, hoy he intentado sacarle cosas.
Tenía un escrito sobre José, pero sabe lo de Finlandia, no sé cómo
pero lo sabe.
-El alcalde tiene que estar detrás de los
crímenes-dijo Toni-, pero eso no explica quién era el que nos
persiguió en la fábrica, ni quien pudo abrir nuestra roca desde
dentro. ¿Tú cómo estás Raquel?
-Mal-dijo ella-, mi madre sigue sin creer que mi
hermano haya muerto, y mi padre nos ha abandonado.
De repente se oyó un disparo. Los cinco corrieron al
lugar donde se había producido. Descubrieron a la falsa madre de
Nuria, Margarita, con un disparo en la tripa.
-¡Hija de puta!-dijo Nuria.
-¡Nuria!-dijo Margarita-, tenéis que iros de aquí.
Dejad de remover el pasado, os matarán.
-¿Quiénes?-dijo Pablo.
En ese momento Margarita murió. En su mano había un
papel que Raquel cogió. De repente se oyeron unos pasos.
-Será mejor que nos vayamos de aquí-dijo Toni-, no
es seguro.
Los cinco regresaron al pueblo para leer el papel.
Llegaron a la iglesia.
-Veamos-dijo Raquel leyendo la carta-, “él sabe
que estás intentando ayudar a Nuria y va a matarte. Márchate porque
no te servirá esconderte. El cepot 3 de los 5 hizo bien en matar a
José cuando tú no pudiste. Huye, vete de Almoharín ahora que tú
puedes y yo no”.
-¿Margarita estaba con el asesino?-dijo Toni.
-Al parecer sí-dijo Nuria-, y me quería ayudar.
Supongo que quería dejarlo, pero aún así sigue siendo una hija de
puta.
-¿Y qué es un cepot?-dijo Raquel-, uno de esos mató
a mi hermano.
-Debe de ser uno de los cinco cómplices que tiene el
asesino en el pueblo-dijo Pablo.
-O sea que hay cinco mierdas que a escondidas nos
quieren matar-dijo Raquel-, joder.
Los cinco decidieron regresar a casa para hablar
mejor al día siguiente con la luz del sol.
La guardia civil había regresado por el cadáver de
Margarita. Raúl estaba muy afectado. El alcalde estaba presidiendo
la salida del cadáver.
Nuria aprovechó y se coló en el despacho para
buscar más papeles. En uno de los cajones descubrió el símbolo de
la pista que dio Ana antes de morir. Detrás ponía “cepot 2”.
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