Sandra descubrió que aquello que brillaba era un pendiente. Lo cogió y
salio del lago a toda prisa. Consiguió encontrar a los demás y los cinco
salieron de entre los arbustos.
Al día siguiente, Raquel pensó cada vez más convencida de que su
hermano estaba en la fábrica, sano y salvo. En ese momento llamaron a la
puerta: era la guardia civil.
Tania y Enrique se quedaron con la boca abierta cuando les dijeron que
se había encontrando un cadáver en el lago del pueblo, y que podría ser José.
Todo el pueblo se dirigió al lago para descubrir de quién era el
cadáver. Raquel, arropada por sus cuatro amigos y Tania con Enrique.
La guardia civil mostró el rostro del cadáver: se trataba del niño
desaparecido, no de José. Ana y Toni se quedaron boquiabiertos: las matanzas
habían vuelto a comenzar.
Todo el pueblo le rindió un gran homenaje a aquel niño, sus padres
estaban destrozados. Al caer la noche, Raquel se dirigió a la roca, ya que
había quedado con los demás.
Sandra les mostró el extraño pendiente que había encontrando la noche
anterior y que tan llamativamente le había hecho cogerlo.
-Nunca había visto un pendiente así-dijo Toni.
-El extremo del pendiente tiene forma de F-dijo Ana. De repente su
cara se puso muy sorprendida.
-¿Qué pasa Ana?-dijo Sandra.
-Creo que es la llave de una de las rocas que hay entre los
matorrales-dijo Ana.
-¿De qué estás hablando?-dijo Pablo.
-De una roca que tiene esta misma F hueca-dijo Ana-, creo que es un
pasadizo.
-Pues sólo hay una manera de averiguarlo-dijo Toni-, ¡vamos!
-No-dijo Raquel-, yo no voy.
-¿Cómo que no vienes?-dijo Sandra.
-No quiero que mis padres sufran más-dijo Raquel.
-Yo me voy contigo-dijo Pablo.
-No os podéis ir-dijo Ana-, estamos a punto de poder encontrar a tu
hermano Raquel.
-Sabéis de sobra que si pisamos esa fábrica estamos muertos-dijo
Raquel.
-O igual pillamos a quien está detrás de todo esto y se acaba-dijo
Toni.
-Hay muchas posibilidades-dijo Raquel-, pero yo me voy.
En ese momento Raquel y Pablo abandonaron la roca camino al pueblo.
-Tenemos que trazar un plan para ir-dijo Toni-, vamos a pensarlo.
Mientras, Andrés estaba apoyado en la pared de la iglesia por fuera.
Al rato llegó Tania.
-¿Cómo te encuentras?-dijo Andrés.
-He pasado días mejores-dijo Tania.
-¿Crees que está bien esto que estamos haciendo?-dijo Andrés.
-Estoy cansada de ser una mula de carga-dijo Tania-, quiero volver a
sentirme libre como una persona.
Tania y Andrés se volvieron a fundir en un beso mientras que, a lo
lejos, Raquel y Pablo los veían.